Así pues, curioseando por la red hallamos algo realmente sorprendente. Se trata de algo a lo que no damos crédito. Una organización de Bélgica, que ofrece el primer servicio de alquiler de esposas en Internet, llamado “Rent A Wife”. Esta empresa tiene el objetivo de que se tenga la posibilidad de alquilar a tú esposa perfecta que a través de la extravagante Web. Allí, puedes escoger entre 9.500 mujeres y elegir entre color de cabello, medidas, edad, color de ojos y étnia.
Y esto todavía no acaba aquí, sino que te aseguran que en 24 horas te envían a tu “cenicienta”, algo realmente machista y que en el mundo actual no debería existir.
En cuanto a Alemania, existe una empresa llamada jobsintown, que lanzó una campaña publicitaria con el siguiente eslogan “Life’s too short for the wrong job!” (La vida es demasiada corta para tener el empleo incorrecto), dirigida a aquellos que buscan mejorar su trabajo. Con tal motivo, colocaron diversos pósters sobre los laterales de distintas máquinas automáticas, para crear la ilusión de que en realidad dentro de las máquinas hay personitas que se ocupan de ejecutar las tareas requeridas.
Estos dos tipos de campañas son muy distintas, del mismo modo que en España no se podría concebir una publicidad de ese tipo, o en su defecto, una empresa que se dedique a alquilar mujeres para que hagan las tareas de la casa a los hombres. En España las empresas de empelo apenas invierten en publicidad y únicamente se salva la Unión General de Trabajadores (UGT), que aunque sea poca la inversión que destina a la comunicación, se pueden encontrar algún cartel como este:
Comentadas estas campañas se puede apreciar la diferencia que existe en el mundo en cuanto a comunicar la oferta de empleo o hacer uso de ese empleo. Teniendo en cuenta que persiguen objetivos un tanto disímiles, ya que uno ofrece personal que trabaje, otro tiene el fundamento de que cada persona encuentre el puesto de trabajo que desee y el último alude a fomentar el trabajo. Sin embargo todos ellos tienen relación con el empleo y sus opciones; por ese motivo no hay derecho a que en una sociedad en la que se lucha por la igualdad de género, exista este tipo de publicidad o empresas tan sumamente machistas.
Una vez más los estereotipos aparecen en la publicidad como algo normal y que conviven con la sociedad. Realmente la publicidad siempre hace uso de los estereotipos para lograr que el público objetivo se identifique con la campaña publicitaria, pero existen casos en que estos estereotipos se transgreden a su lado más extremo y se convierte en algo degredante ante una sociedad que cada vez más aboga por la igualdad de derechos.